La caza de la ballena
Colecciono espesuras como ovillos. Desgasto su sabor en mi pesada lengua. La conozco y absorbe, se hincha en mi boca como una ballena perdida. Trago saliva. Es áspero el sabor metálico. Es una maraña blanca que moja la cama. El vaho deshiela el Ártico todo sale de mi boca, caliente huelo el espacio entre mis órganos y la ballena.
Esa habitación vacía de sentimientos que se tragan, son hueso seco y paredes enyesadas. La saliva rompe las olas, aplasta el cetáceo, hasta que llueve magenta en la profundidad de mi garganta.
Poema de Carolina Figueras Il·lustració de: http://www.marinaguiuilustracion.com/
